LEYENDAS ANCESTRALES
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EL ORIGEN DE LA YERBA MATE (leyenda guaraní)
Cierta noche, alumbrado por la Luna, un indio descubrió a un bebé, debajo de un árbol. Con cuidado lo tomó en sus torpes brazos y lo cargó hasta su campamento entregándolo a las mujeres para que lo criaran.-¡Qué extraño!- dijeron asombrados- tiene la piel blanca, blanca como la luna.Y lo nombraron Morotí, que significa “de piel blanca” en la lengua de los guaraníes. Morotí nunca se estaba quieto durante el día; pero a la noche se quedaba inmóvil, mirando con los ojos fijos a Yasí, la luna.Un día, lo buscaron pero no lo encontraron. Al alba, Morotí regresó.– ¿Dónde has estado?– Nadando en el río- dijo- la luna flotaba y quise alcanzarla. Cuando cumplió quince años, ya era un indio alto y fuerte. Entonces, se construyó una choza amplia y cuando la tuvo concluida, dejó la puerta abierta y esperó que llegaran las sombras, para cumplir su sueño.-Seguramente esta noche vendrá a visitarme.
Al caer la noche, la luna alumbró, y la luz se desparramó e inundó la choza.Feliz, Morotí empujó la puerta para apresarla, pero ¡sorpresa! la choza quedó a oscuras y la luna, afuera.-¿Es que nunca podré tenerte? Otra noche, ¡cosa increíble! vio sobre la hierba un rastro de luz de Yasí, Siguió las huellas y vio cómo se perdían en el bosque. De pronto, Morotí vio como los haces de luz se convertía ¡en una muchacha blanca y rubia!El indio se acercó y juntos y embelesados anduvieron largo rato, ella esparciendo su luz y Morotí arrobado de sentirla cerca.
La luna lo tomó de la mano, y, mirándolo a los ojos lo invitó a subir al cielo. Pasó el tiempo. Cierto día Morotí recordó los murmullos del bosque, y Morotí extrañó. Ya no fue feliz en la noche alta, mirando el rostro de Yasí.– Regresa Morotí. Vuelve, que yo nunca te abandonaré – lo animó la luna-encontraré el modo de que en tu bosque no me extrañes a mí y haciendo sobre su cabeza unos extraños trazos, convirtió a Morotí en un Ka á, árbol de la yerba mate. El árbol de la yerba se multiplicó en las tierras de América .Sus hojas dan fuerza y alegría. La tribu de Morotí y todas las tribus usan las hojas de Ka á. y las consideran un regalo de los dioses. Transformado en árbol vive ahora Morotí. Feliz porque todas las noches una luz suave lo ilumina. Son los dedos blancos de la Luna, acariciando la copa de su Morotí.
Leyendas ancestrales
Silvia Florentino de su libro Festiniño,
“Mitos y leyendas para niños-Editorial Círculo Latino Austral C.L.A.S.A
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LA FAMOSA LEYENDA »DEL PADRE ALMEIDA»
Es una famosa leyenda quiteña, de un sacerdote franciscano conocido como el Padre Almeida, que se escapaba del convento, por las noches para disfrutar de la vida bohema, y la imagen de un Jesucristo le preguntaba: ¿Hasta cuándo Padre Almeida? y el cura contestaba: «Hasta la vuelta Señor».
Esta leyenda es tan popular tanto así que existe un museo dedicado a ella, Museo Franciscano del Padre Almeida.
Según las investigaciones del historiador Padre John Castro, a mitad del siglo XVII, época en que vivió el Padre Almeida, y se desarrolla esta leyenda…
El Padre Manuel Almeida, ingresa a los 17 años al convento franciscano, renunciando a su vida mundana y a sus bienes materiales. Sus oficios eran definidor, guardián mesero de novicios, secretario de provincias, llegando a visitador general.
En un convento situado en la zona llena de árboles donde los hermanos franciscanos tenían construcciones de madera donde oraban y hacían penitencias.
El Padre Manuel Almeida, de día era un sacerdote muy devoto y responsable, pero, al correr del tiempo surgió en él, la necesidad de salir del convento y saber de la vida nocturna.
¿HASTA CUÁNDO PADRE ALMEIDA?
Era la pregunta que le hacía una imagen de Jesucristo, cuándo se escapaba por arriba de la torre de la iglesia, muy curiosa forma de salir del convento y era luego la bajada …, Increíble» era la ¡pisada sobre el hombro de una imagen de Jesucristo!, que daba justo a lugar preciso para saltar a la calle. Jesucristo le preguntaba ¿Hasta cuándo Padre Almeida? y el cura le contestaba «Hasta la vuelta Señor». Muy despacio contestaba como imaginando que la imagen le hablaba.
¡MACABRA SORPRESA!
Una de las tantas noches en que el Padre Almeida se apretaba a salir a sus andanzas nocturnas, escuchó la voz de la imagen que preguntaba ¿Cuándo será la última vez que hagas esto Padre Almeida? el cura contestó: «Hasta que vuelva a tener ganas de tomar otro trago, Señor».
Aquella noche regresa el cura al convento, muy bebido y mientras se tambaleaba, en las calles vio a unos hombres que cargaban un ataúd, hacia el cementerio, de pronto éste se cayó y por fuerza se abrió la tapa, se acercó el cura Almeida a ver dentro del ataúd, y lo que vió lo dejó atónito, que volvió a la sobriedad, y ¡Oh, sorpresa, pues vio que era él mismo que yacía en el ataúd!….asustado corrió hacia el convento y regresó por el camino conocido y al ver la imagen de Jesucristo, juró ante ella, no hacerlo jamás ni tomar una sola gota de vino, jamás!
GRAN EPÍLOGO
Desde entonces la gente afirma que el rostro de la hermosa y paciente imagen de Jesucristo, cambió y se ve una sonrisa de satisfacción, pues «una de sus ovejas volvió a su redil».
Lcda. Alicia Alejandro Ugarte
Ecuador.
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LA LEYENDA DEL CEIBO
El Paraná se deslizaba lentamente orillando el monte de algarrobos. Junto al río las totoras y los laureles se miraban en su espejo mientras algún yacaré se hundía lentamente en las aguas acechando su presa.
En medio de esa belleza agreste del actual norte santafesino, vivían los avá, repitiendo cotidianamente las tareas ancestrales que sostenían la supervivencia.
Entre las mujeres, Anahí era una jovencita que no se destacaba por su belleza pero que agradaba a quien la oía con su voz tan dulce como el aguaí, cuyos frutos almibarados, bien maduros, hacían la delicia de las aves durante la primavera.
Por las tardes veraniegas, deleitaba con sus canciones a los aborígenes del lugar, que se reunían para escuchar las alabanzas a los dioses y también para expresar su amor por la tierra que los nutría y les daba abrigo.
El tiempo transcurría mansamente…hasta que un aciago día se oyeron voces extrañas y personas con armas y ropajes desconocidos irrumpieron en la aldea. Eran los españoles que llegaban arrasando tierra y tradiciones y llevándose a la gente cautiva.
Anahí fue una de ellas.
Al verse arrancada abruptamente de su monte y de su tribu, la invadió la tristeza. Tan profunda era que, en las horas nocturnas del descanso, se oía su llanto a muchas leguas a la redonda.
Pasaba los días planeando cómo escapar hasta que, una noche, cuando el guardia fue vencido por el cansancio y sueño, la jovencita intentó la huida.
Tal vez fue un ruido que hizo en su apresuramiento, tal vez el lejano rugido de algún puma merodeador, lo cierto es que el centinela despertó justo cuando lo estaba logrando y quiso detenerla, pero no lo consiguió. La joven, con su espíritu salvaje y rebelde, ahogada en su estado de prisionera, le clavó un puñal en el pecho y escapó desesperadamente a la selva.
Los gritos del guardia hicieron percatarse a los demás carceleros de que algo estaba sucediendo. Lo encontraron herido y desangrándose y, al ver que faltaba Anahí, salieron a buscarla, tal como quién sale a cazar un animal.
Eran muchos y armados…
Lograron alcanzarla y, a pesar de su desesperada resistencia, llevarla por la fuerza de regreso.
Los españoles se reunieron en consejo. La fuga de la indiecita podía alentar a otros a hacer lo mismo. Se necesitaba un castigo ejemplificado y decidieron condenarla a la hoguera. Armaron una inmensa pira atando en el medio a la joven y encendieron el fuego. Las llamas lamieron poco a poco su cuerpo. Anahí sufría en silencio en medio de las rojas brasas mientras miraba al cielo del ocaso…
Entonces, la sorpresa se apoderó de todos porque, mientras el fuego la iba consumiendo, esas llamas, que con lentitud llegaban a la doncella, iban formando un árbol. Un poco atemorizados se refugiaron en sus chozas.
Sin embargo, el asombro mayor amaneció para los conquistadores al día siguiente. Con los primeros rayos del sol vieron que ese retorcido árbol nacido del cuerpo de la aborigen se había cubierto de flores rojas, tan rojas como la sangre de Anahí, la indiecita fea de la dulce voz, que dio la vida por amor a la libertad de habitar su amada tierra.
Así nació el ceibo, el árbol que simboliza la señal eterna de lucha del pueblo guaraní (avá) que se mantuvo firme ante la adversidad.
El ceibo (Erythrina crista-galli), también conocido como seibo, seíbo o bucaré, fue declarado flor nacional de Argentina por el Poder Ejecutivo el 22 de noviembre de 1943, mediante el decreto138 974. También es la flor nacional de Uruguay.
Recreación de Haydee Norma Podestá
República Argentina
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¿POR QUE HAY NOCHES SIN LUNA?
La mitología, esa señora de largo cabello oscuro como la noche sin luna ni estrellas, delgada, delgada, de largos y esqueléticos dedos, uñas bien crecidas pintadas de muchos colores, esa que lleva en su salveque muchos cuentos, cuenta que en tiempos arcaicos cuando la serpiente era un animal bípedo pues caminaba apoyada en sus largas y escamosas canillas y feas patas antes de que fuese castigada por el Creador por haber engañado a la primigenia pareja que habitaba el paraíso, el cielo no estaba maquillado con policromadas escarchas y las noches eran tan oscuras que ni los murciélagos volaban por temor a perderse.
Un día se apareció Selene la diosa lunática, disculpen quise decir dios lunar, joven y hermosa montada en su carruaje de plata tirado por dos caballos blancos de largas crines, buscando un lugar allá donde los palacios son de cristal de hielo, en el cual poder encontrarse con su bello pastor Endimión, que se había robado su amor.
Vivía enamorada y galantemente se paseaba por el cielo, ella se sabía muy bella y lo presumía, un día se apareció un lucero muy bello y ella se inquietó, le preguntó a los vientos del aire con su melodiosa voz parecida a las notas musicales salida de un arpa divina,
-¿Quién es ese lucero radiante que ha aparecido en los prados del cielo?
El viento de los aires con palabras toscas le respondió: --¡Ella fue esposa de Vulcano, es la diosa más bella nacida de la espuma que producen las olas al reventar, ese lucero es Venus en forma de estrella que muestra su belleza a la humanidad!
-¿Y qué busca aquí, si estos son los prados que el dios supremos me entregó?
- ¡Dice buscar al pastor que Ud. mi deidad de la noche escondido y dormido mantiene!
Selene entró en celos y comenzó a odiar a Venus, en una tarde de primavera se encontraron y una discusión se armó, ¿Quién era la más bella? ¿Por qué buscas a Endimión?
Discutieron tanto que la primavera de aquella tarde se tornó en invierno por el llanto incontenible de ambas, los ríos se desbordaron y al terminar la litis se dijeron que el dia que volvieran estar juntas y discutieran nuevamente el mundo se destruiría y cada una tomó dirección contraria, con el tiempo comenzaron de lejos a verse, el viento que deseaba reinar solo el mundo comenzó a sembrar la cizaña, llevaba en sus espaldas los espíritus de los rumores y los depositaba en los pies de cada una de ellas y el lucero comenzó a seguir a la luna, es por eso que en el cielo cuando la noche aparece, miramos el lucero que sigue la luna, Selene vigilando de cerca a Venus, a veces están tan cerca que el cielo se entristece, las estrellas parpadean y entrada la noche el silencio se aparece para que todos los seres pidan a su creador que la luna y el lucero no se dejen alcanzar porque el fin del mundo sería, la luna cuando siente que el lucero está cerca se esconde y el viento goza desea que Selene y Venus se encuentren para el mundo el solo gobernar, es en esos momentos que miramos una noche sin luna.
Derechos reservados
Ayax Aburtoruiz
Nicaragua.
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EN LA ÉPOCA DE LA PRIMAVERA, UNA LEYENDA.
LAS FLORECITAS SILVESTRES
Había una vez una niña que vivía con su abuelo en un lugar apartado. Como eran muy pobres, la niña no tenía juguetes y se entretenía corriendo por el campo y escuchando el canto de los pájaros. El abuelo, entristecido por esa situación de la pequeña, le regaló un montón de piedrecitas de colores que a la niña le encantaron. Jugaba todo el día con ellas, las desparramaba por la hierba y las volvía a juntar con inocente alegría.
Un día, pasó por el lugar un niño un poco más grande que ella, que habitaba un paraje distante. Como era muy envidioso, pensó en quitarle las piedras a la niña. Lo hizo así y pese a los reclamos y llantos de ella, le quitó la bolsita donde estaban las piedrecitas de colores y las arrojó lejos.
La niña sintió tanto esta pérdida que enfermó gravemente. El muchacho, recapacitó al conocer la situación de la niña y pidió al Sol y a la Tierra que con la magia de ellos, devolvieran la salud a la niña. Lloraba desesperadamente hasta que vio, a través de sus lágrimas que su ruego había sido escuchado. Miles de florecitas de todos colores, como las piedritas con las que jugaba la niña, habían florecido en la hierba. Contento, recogió algunas y se las llevó a la pequeña que pronto recobró la salud.
Éste es el origen de las florecillas silvestres que ornamentan campos, montes e islas de nuestra provincia.
(Del libro "SANTA FE Y SUS LEYENDAS" de Zunilda Ceresole de Espinaco)
Susana Solanes
Argentina
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I TESOROS Y LEYENDAS.
Las leyendas y tesoros abandonados en las Islas Galápagos se han convertido en misterio. Aun con el paso del tiempo se siguen rastreando ciertas zonas, valiéndose de mapas y documentos encontrados. A pesar que varios de los colonos han salido repentinamente de alguna de las islas para vivir en el continente con lujos, pero nada se ha podido confirmar.
La realidad es, que hasta la fecha no se sabe si alguien halló alguno de estos tesoros.
Tanto en el siglo XV (Antes que las islas fueran descubiertas por Berlanga) hasta el siglo XVII numerosas expediciones de piratas y corsarios asaltaban las naves frente a las islas que era paso obligado para la interceptación y captura de los navíos españoles que convergían desde Potosí, Callao, y Guayaquil rumbo a Panamá, llevando tesoros de oro, plata y piedras preciosas para las arcas de la corona española.
Galápagos se convirtió en el refugio ideal encontrando allí un seguro escondite. Muchas expediciones fueron atacadas y capturadas apoderándose de los valiosos tesoros que luego eran repartidos entre los piratas guardando cada uno su parte como quería o podía.
Surge la leyenda que, en cierta época del año, (febrero hasta abril) aparecen entre la niebla las almas de los piratas para reclamar los tesoros que allí escondieron, otros dicen que penan hasta que estos sean encontrados y así poder descansar. Muchos aseguran haberlos visto flotando entre la niebla, y los peces asustados se concentran en un solo lugar. pero en realidad veamos lo que sucede durante esta época del año.
La corriente de Humboldt que registra el mayor número de extremos y paradojas, su agua es verdosa, turbia y fría con temperatura de cinco a seis grados C. se distingue claramente cuando entra en el mar, diferenciándose de las otras tres corrientes de agua tibia (diez y seis grados C.) con las que se encuentra al llegar a las islas en esta época del año. Además, se produce abundante bruma y neblina, en ocasiones con viento y lluvia.
Otra característica es que gran variedad de peces se concentra cerca de la superficie donde la corriente lleva cantidad de planton, que es su alimento, por tanto, la pesca se torna abundante.
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II TESOROS Y LEYENDAS
Según datos de la Organización de la Naciones Unidas para la Alimentación y Agricultura FAO (Siglas en inglés) provee cerca del seis por ciento de la pesca global.
Esta razón conlleva a las creencias arriba expuestas. Es más, la nebrina que cubre las islas, da sensación, desde lejos, como si estas flotaran, de ahí llamada por los piratas “ISLAS ENCANTADAS.”
A partir de las noticias de tesoros escondidos en las islas, los aventureros y buscadores de tesoros, se dieron a esta tarea.
En los comienzos del año 1.820 uno de los primeros colonos fue el francés León Ithurburu que se dedicaba a vender armas al ejercito de independencia. El estado al no poder cubrir la deuda, el entonces presidente del Ecuador José de Villamil le entrega en pago parte de la Isla Floreana. El francés se trasladó allí y se dedicó a buscar tesoros, llevaba equipos para buscar en el fondo del mar los cuales fueron rematados dos años más tarde en Guayaquil. Al morir cedió sus derechos sobre la isla a la Oficina de Beneficencia de Bacus (Francia) su pueblo natal; esto provoco un problema internacional ya que Francia reclamaba esta isla, los juicios, para resolver el conflicto duraron hasta 1.951. donde Ecuador recupero la totalidad de la isla.
A fines del año 1.820 el inglés Thomas Lewis llego a la isla Floreana para trabajar con Valdizan en la agricultura, lamentablemente al poco tiempo este falleció y el inglés se trasladó a la isla de San Cristóbal para ayudar a Cobos, teniendo en mente regresar a Floreana a buscar un tesoro, partió allí en un viaje que duró ocho días, al regresar llevaba un baúl, nunca se supo su contenido. Se casó con una mulata y se instaló en el puerto para tener acceso a la llegada de los buques donde compraba finos licores importados de Europa. Convirtiéndose en un alcohólico, murió por sobre dosis de alcohol, pocos años después.
Otra de las leyendas más controvertidas es la de
“LA MADONA DE ORO”
Por el año 1.684 La expedición de Edward Cook salía de Panamá rumbo a Perú. La flota contaba con tres naves mercantes que iban con regalos para el Virrey de Lima, Estos regalos los embarcaron así: En la primera nave llevaban una
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III TESOROS Y LEYENDAS
gigantesca estatua de la Virgen, llamada en España “La Madona” hecha de oro macizo, pero cubierta con una mezcla que daba la apariencia de porcelana, con la finalidad si fuere capturada la nave no se dieran cuenta del material del que verdaderamente estaba hecha. En las otras dos embarcaciones llevaban, harina, mermeladas, sal, telas, cebada, arroz y granos secos.
Lamentablemente la expedición con sus tres naves fue capturada, los piratas pensando encontrar oro, joyas y cosas de más valor, se llevaron una gran decepción al ver sacos de harina y otros alimentos. Mataron a la mayoría de la tripulación y los que quedaron vivos los arrojaron al mar, para enseguida conducir las naves hacia las islas, allí desembarcaron todo sin hallar nada de valor se hicieron nuevamente a la mar llevando en las embarcaciones capturadas algo de los alimentos encontrados
La leyenda dice: La tripulación de la primera nave que llevaba la estatua al ver que los capturaban la arrojaron al mar. La otra versión dice: Que los piratas la desembarcaron en una de las islas y como pesaba tanto la dejaron escondida.
Una expedición enviada más tarde por el Virrey encontró sacos de harina comida por las aves, ollas de barro cubiertos y enseres, pero ningún rastro de la estatua. La tercera versión, cuenta que no la desembarcaron por ser muy pesada y tomaron rumbo con ella a bordo. Después de algunos años por 1.780 los restos de la primera embarcación, donde se presume iba la Madona, fue encontrada en la isla Manchena sin rastros de la estatua.
Es increíble que hasta ahora hay personas y empresas que pretenden encontrar La desaparecida y Famosa “MADONA DE ORO.”
EL MURO DE LAS LAGRIMAS.
Por el año 1.945 Terminada la segunda
Ecuador es uno de los países más ricos en leyendas.
A continuación, les relato una muy popular que, a pesar del tiempo, aún se sigue contando inspirando creencias y llamando la atención de propios y extraños. Esta leyenda se titula
"EL ATRIO DE DE LA IGLESIA DE SAN FCO EN QUITO"
La construcción del atrio de esta iglesia se le encargó a un indígena muy inteligente, llamado Cantuña, por este trabajo se le pagaría muy bien con la condición de que debía terminarla en un muy corto tiempo. Cantuña aceptó el trato y se puso a pensar como lo haría, ocurriéndosele hacer un pacto con el diablo.
Ya en contacto con Lucifer le propone que mande unos cuantos diablos para que construyan el atrio y en pago le daría su alma con el compromiso que tenían que terminar el trabajo antes que salieran los primeros rayos del sol. El diablo encantado aceptó el reto y mando a un grupo de diablos para que hicieran dicho trabajo. Cantuña, entonces tomó una piedra y grabó el siguiente mensaje.
" Cualquiera que toque esta piedra reconocerá a un solo Dios"
Los demonios trabajaron toda la noche, pero sin tocar dicha piedra.
Al amanecer cuando el diablo llegó por el alma de Cantuña, este le mostró que no habían completado el trabajo, por tanto, no podía entregarle el alma, el diablo se retiró dando aullidos desgarradores y Cantuña se quedó con su alma.
Según la leyenda dicen que en noches de luna llena al amanecer se escuchan aún los aullidos del diablo. por la parte de atrás de dicho atrio.
Gloria Ruíz Castañeda
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AGUA DE AZAHAR DE LAS ABUELAS
Para su elaboración se utilizaban cáscaras y flores de naranjos, las cuales eran colocadas sobre un lienzo, para ser luego aplastadas con mortero de madera.
Este lienzo, que funcionaba a manera de coladera se colocaba sobre un recipiente, luego se ponía igual proporción de agua o alcohol, o en su mejor caso de vodka - que llegaba, de vez en cuando, en los buques que entraban al puerto - se dejaba macerar el líquido durante 21 días, luego de lo cual se lo agitaba y se lo dejaba reposar por 21 días más.
Se obtenía así, el perfume que ofreció su aroma en las elegantes fiestas coloniales de Guayaquil.
Tomado de Historia de los Monumentos de Guayaquil - Espacios Sagrados y Arquitectura Religiosa de Guayaquil del Arq. Parsival Castro
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Nostalgias
Pase la mirada por la habitación, sin detenerme en ninguna parte.
Pero sin duda no podía dejar de escuchar unos pasos en la vereda que me
dejaron un sonido solitario y vacio, que me hizo reflexionar sobre la naturaleza
de la verdadera felicidad.
En realidad era extraño cuando me detenía a pensarlo.
Durante unos pocos minutos la mente literalmente me abandonaba.
Se convertía en una necesidad y cualquiera fuera el motivo de soledad que me
afligía, esta debía de desaparecer por completo.
El cuarto tenía como un brillo rojizo de sol, después de una tormenta, y, seguía
sintiendo la quietud de la habitación vacía
Un árbol pegado a mi ventana, goteaba hoja tras hoja su otoño.
Mire a mí alrededor y un deseo de que en una especie de magia, estas cosas de
mi habitación hubiesen desaparecido.
El calor era un hilo continuo a través de las sienes y me mojaba el pelo.
Se percibía una brisa muy dulce con una fragancia de césped mojado.
Afuera, la noche estaba tranquila y brillante,mientras en el interior la casa
ofrecía su comodidad, sin embargo ,una profunda soledad invadió el ambiente y
sentí un estremecimiento a pesar de no tener frió.
Probé mi vos y las palabras rebotaban en las paredes. No había luces en la casa,
a excepción de una lampara en el descanso de la escalera. La calle estaba tan
silenciosa que solo se oía el viento que apenas murmuraba entre las hojas.
De pronto, algo me acaricio el rostro como un beso, y, entonces me di cuenta
que había un ángel cerca de mí, y aunque no lo vi, sé que callado levanto vuelo.
Me sentí acompañada, mi alma ya no estaba tan vacía y así comencé a sentirme
poderosa y feliz.
de Beatriz Leibovich
“Taller Reflejos del Alma”
Cood: Silvia Florentino
Rosario Argentina
