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INSPIRACIÓN JUVENIL 

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  VIVA LA JUVENTUD

​Llegó la juventud briosa y pujante,
con un clarín se anuncia su presencia,
así ha llegado, fresca y rozagante,
rosas, jazmines, en su dulce esencia.

La he recibido llena de alegría,
dejando atrás niñez y adolescencia,
me embriaga con su miel y su ambrosía,
fragante me llenó de complacencia.

¡ Viva la juventud, diosa arrogante !
¡ Viva la juventud fresca y radiante !

Autora: poeta juvenil Paola Facó Naranjo
Derechos reservados

MILAGRO 

Qué hermoso y radiante aquel dulce ángel que
vive en mis recuerdos; 
​aquel ángel que pude cargar en mí y hacerle sonreír.

De ti hablar me hace feliz, vivo me haces sentir.

Eres hermosa como un inocente pétalo de rosa, 
eres radiante como el sol, y por supuesto,
eres mágica por esa sonrisa y energía cedida
de las lágrimas de alegría de la vida.

Autor: Agustín Solís Osorio

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TÚ, MI FORTALEZA

Llegar a ti encontré la luz. Le devolviste vida a
mi vida, que, en medio de la oscuridad,
se encontraba ausente y vacía.

Constante ha sido la lucha, más nunca me has
soltado. Aún en la tormenta más oscura, siempre
has estado a mi lado. 

Y si mis fuerzas decaen, y si mis brazos
desfallecen. Me llenaré de tu nobleza, eres la
fuente de mi fortaleza.
Tú mi Padre, tú mi amado, Tú mi
Dios, Tú mi dueño. 
Mis pasos en la oscuridad tu voz como en
un sueño. 

Los retos se presentan hoy pero no tengo
temor. Tengo confianza plena en la bondad de tu
amor. 

Las noches oscuras llegan, las pandemias
arrasan. Tu Palabra se mantiene, tus manos y las
mías enlazas.  

Gracias Padre mío por darme esta vida, por
darme lo que necesito tu obra está cumplida.


Autora: 
Carolina Campaña, de Jóvenes Escritores Latinos

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DOS  MENTES Y  UNA SOCIEDAD

 

Vivo en un comunidad llena de ambiciones

Un mundo plagado de vanas emociones 

Máscaras ocultando verdaderas intenciones 

Y personas repletas de malas adicciones.

 

Siento que el tiempo se escapa, me falta 

Pensamientos que solo carcan, atacan 

Cadenas sin fin que me jalan y atan 

Solo quiero descansar. ¡Ya estoy harta! 

 

Apenas un suspiro me está sosteniendo 

Esto que siento en mi alma no lo entiendo, 

Encuentro caminos, pero no sé qué estoy haciendo 

Veo mi reflejo sin reconocer a quién estoy  viendo.

 

Yo vivo en un mundo lleno de ilusiones 

Donde todos tenemos buenas emociones

Nadie tiene malas y oscuras  intenciones 

Esperando que nos den por la tv  indicaciones.

 

Vivo en paz, qué ironía

Rodeada de pura alegría  

Una cara vive en armonía 

Mientras la otra en agonía.

 

Somos dos mentes en sintonía 

En realidades alternativas.

 Elena Sánchez Alcaráz

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AMANTE DEL AMOR​

Quisiera amarte entera,

volverme la enredadera

que se desplaza por tu piel de seda

y, dirigirme hacia el lugar de los amantes

para serlo del amor.

 

Deseo quererte tan dulce

y besarte suavemente poco a poco,

hasta que nos volvamos amantes del amor.

 

Nadie entiende lo que sufro

al no poder quererte.

Solo, temblando de ansiedad estoy;

a pesar de que todos me ven,

solo prefieren marcharse.

 

He buscado donde quiera que voy

aquellos dulces labios,

he buscado otra estrechez y otra razón,

pero quién sabrá cuántas aventuras deberé de cruzar

y de dolores he de experimentar

para encontrarlo.

 

¿Para qué quiero otros besos

si tus labios no me quieren ya besar?

Solamente una vez amé en esta vida,

en especial a ti, dulce mujer,

y será hasta el final de cada día que te recordaré.

 

Esa es mi condena: amarte y no poder serlo.

 Agustín Solís Osorio.

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CAMBIOS EXTRAÑOS ​

Si de casualidad me ves llorando,

no es porque te extraño sino porque te amo.

Si de casualidad me ves riendo,

no es porque disfrute de tu ausencia,

sino que prefiero tapar las lágrimas con risas que.

Y, si de casualidad te despiertas queriendo soñar conmigo,

recuerda que nunca hizo falta un sueño

y mucho menos un deseo

para junto a mí construir un imperio.

 

Jamás necesitaste de un deseo

o de un hechizo para tenerme,

siquiera para de ti enamorarme.

Cariño mío, lo estuve desde el primer día,

y hasta ahora, te sigo amando con todo mi corazón.

 

Ojalá vieras en lo que te has convertido

por a tu destino querer adherirme.

Eres irreconocible, eres un cambio,

y sin más que decir,

hoy eres lo que por años has deseado jamás ser.

 

Por eso lloro a mares,
por eso sonrío sin fin como los manglares

y por eso que hasta el día de hoy

te amo como a los dulces ángeles.

Agustín Solís Osorio.

SUSURRO DESCUIDADO

Ayúdame,

aunque la quiera tanto y no la quiera perder del todo,

ayúdame a olvidarla.

Mi alma llora

y el único remedio es aquella dulce chica

que se rehúsa a volver a mí.

Fui dueño de su cama,

de su corazón, de sus noches

y de su cuerpo,

fui dueño de su ser y no la lastimé.

¿Entonces, cómo puedo pedirle que haga lo mismo que yo?

Si solo buscó un amante para hacerle lo mismo.

¡¿Qué precio tiene tenerte?!

Dímelo, porque estoy dispuesto a pagarlo

si puedo volver a abrazarte un poco más.

¡¿Qué precio tiene amarte?!

Dímelo, porque estoy dispuesto a pagarlo

si puedo besar tus labios un poco más.

¡¿Qué precio tiene el cielo?!

Que alguien me lo diga,

solo necesito un poco más de ese hechizo.

¡¿Qué precio tiene querer ser tuyo?!

Dímelo. Por favor hazlo,

estoy dispuesto a tomar todo camino que se encuentre oscuro

por al menos por un segundo, ser un poco tuyo.

 Agustín Solís Osorio.

NATURALEZA

A dónde sea que vaya
siempre siento que estás ahí, conmigo.
A dónde sea que vaya
siempre tu luz
se encuentra iluminando mi camino.
A dónde sea que vaya
siempre te echo de menos.

Puedo caminar,
puedo gatear o puedo correr,
pero cada paso que doy
se asocia a la escasez
de tu presencia cerca de mis pies.
Sí, como si aún me acompañaras
por las mañanas a por el café en el mismo Restobar,
como si aún me guiaras al cruzar la calle,
simplemente, como si aún
estuvieras aquí de pie para guiarme.

Parece que volví a ser una niña,
pues ahora sin ti
me comporto como si me hubieran arrebatado
el mejor juguete de mi vida.

Te echo de menos a todas horas.
Desearía que supieras
que siempre seguiré aquí,
que mi lugar jamás se encontrará lejos de ti,
y que mi sonrisa
no la he vuelto a lucir
desde que te fuiste de mí.

A veces creo
que buscas un medio por el cual contactarme,
por ejemplo, la lluvia, la brisa,
las piedras, el arcoíris o una mascota.
Tal vez, por esa razón me hice amante de la naturaleza:
colecciono rocas
y voy al rescate de los animales sin tropa.
Con todo esto,
seguramente dirías que ya estoy loca,
pero nadie nos enseña
a cómo comportarnos
cuando se nos arrebata una persona.

Te echo de menos a todas horas, mi persona.


Autor: Agustín Solís Osorio.

BRECHA​

 

¡Ay!
Hoy más que nunca
estoy al borde del precipicio:
mi mente se ha cansado de pensar,
mis pies ya no quieren caminar,
mis manos ya se han rehusado a tocar,
mi corazón me obliga a dejar de demostrar,
y mis ojos, ya no luchan por ver más.

Estoy al borde de todo lo malo.
Estoy solo y no encuentro mi otro lado.
Me siento muy triste
y rotundamente olvidado.

Si pudiera pedir un deseo,
que vuelvas a tenerme en tus brazos sería el primero,
y el segundo,
tal vez un lugar solitario para por la eternidad
estar siempre juntos.

Amor mío,
extraño el perfume que te regalé,
pues es el que en más de una ocasión
adornó la habitación del placer.

¡Extraño tus brazos!
Extraño tu aroma, tus besos,
tus manos, tus risas,
simplemente, te extraño
con todas mis fuerzas.

No lo entenderías
porque no estás aquí para sentirlo.
No lo entenderías
porque te desligaste de este universo
para delegarme el trabajo de maldecirlo.

No lo entenderías
porque preferiste dejarme el último trabajo pesado,
solo que, curiosamente, no intuiste
que sería el que me llevaría al abismo.

Autor: Agustín Solís Osorio

FIEL AMIGA​

 

Llegaste en el momento ideal: tú me encontraste
y te brindé mi hogar.

Amiga mía. Cariño mío.
Cielo mío. Dulce, mía.

Eres la razón
que restriega frescor de felicidad en cada pulso,
en cada lágrima, en cada risa
y en cada silencio.

Me encontraste, y desde entonces,
hemos sido inseparables.
Quizás nadie lo entienda
porque tu química junto a mi estética
crean algo más complejo que la genética,
puesto que eres mi fiel
y mi amiga. Eres mi razón por la vida.

Créeme que si pudiera,
junto a una estatua cada día te pusiera,
ya que eres obra maestra de los astros
que lideran sentencias —piénsalo—.

Me has acompañado por mucho tiempo, y claro,
ya he notado como los años te van pesando,
como cada paso cuesta un poco más.

Sé que tu tiempo de irte se acerca
y quisiera que algún día sientas,
como yo en este momento,
la felicidad de recordar el primer encuentro,
el primer viaje y las primeras gotas de sangre.

Sé que deberás marcharte,
pero jamás te diré adiós del todo.
Aquí, cerca y lejos de mí
te conmemoraré por lo que dure mi conciencia.

Piensa que yo por ti estaré esperando.
No creo en la reencarnación,
pero por ti buscaría el sol de mi yang
para invocar el yin que me das.

Chiquita mía,
cuando sientas que la luz del sol se esté apagando
recuerda que aquí estaré
hasta que decidas regresar.

Autor: Agustín Solís Osorio.

CAFEÍNA

 

La doctora preguntó; ¿Acaso quieres ser feliz?

¿Qué podría yo responder si no hago más que a esa misma sabotear?

Nadie que pronuncia esa pregunta, lo siente de verdad,

esas mujeres solo siguen un papel de actriz.

¿Cómo podría querer ser feliz?

Si ya tengo yo al café

y al frío que golpea mis frágiles huesos

en forma de un abrazo lleno de recelo.

 

¿Cómo podría querer ser feliz?

Si ya tengo a la noche que me acompaña cuando estoy en vela

porque mi mente se vuelve madafinilo de primera

 

Prefiero buscar calor en el aire caliente de mi secador

antes que el calor de un abrazo o del sol

prefiero no arriesgar lo que ya gané

porque a castigar mi cuerpo es lo que ya acostumbré

gran y dulce sufrimiento

¿por qué tratar de quitarlo si en mí ya está dentro?

 

Y si me preguntan, ni siquiera me gusta el café

o el frío que recorre mi espalda cuando me acuesto en el suelo

pero solo en ellos he conseguido consuelo

cuando estoy sola y no tengo de otra,

porque mis gritos nunca serán lo suficientemente fuertes

para que alguien escuche,

y mi sonrisa nunca, lo suficientemente real

como para que alguien la miré.

 

Autor: Romina Doménica Saltos lema

Edad: 15 años

Colegio: Unidad Educativa Steiner Internacional

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